Es verano de este lado del
hemisferio y para muchos, la oportunidad perfecta para salir y divertirse sin
embargo si tú eres de aquellos lobos solitarios que prefieren una taza de café
junto al fuego de una chimenea y un buen libro, éste es el artículo para ti.
Hoy vengo para recomendarte
un clásico de la literatura universal: El sabueso de los Baskerville de Sir.
Arthur Conan Doyle. ¿No te parece que podría ser ese libro que necesitas para
beber tu café?
La
idea para este relato me la proporcionó mi amigo, el señor Fletcher Robinson,
quien hizo una descripción de una leyenda existente en el Oeste de nuestro
país. Por ello, y porque me ha ayudado además en la línea argumental y en los
detalles de ambientación, reciba mi agradecimiento.
Con
afecto:
A. Conan Doyle.
Éste es el epígrafe con el
cual el escritor inglés comienza la afamada novela, que significó un regalo
para los seguidores de tan singular personaje, como lo es Sherlock Holmes. La
razón de ello es simple: Doyle había dado muerte al detective en El problema final cayendo de las
cataratas de Reichenbach en Suiza con su
archienemigo, el Doctor James Moriarty.
Sir. Arthur
estaba cansado del desgaste mental que significaba darle vida al detective y
pensaba darle más atención a proyectos más importantes
ya que el escritor era también un apasionado historiador. Irónico el hecho de
haber querido ser recordado por sus libros históricos y serlo por una ficción
que, de alguna forma, desestimaba.
Años
después y tras regresar de Sudáfrica se encuentra con una leyenda sobre un
sabueso demoniaco que le da la idea de su próximo libro mas ¿Quién podría
enfrentarse a una historia de misterio tan bien como su difunto personaje?
Conan Doyle, a pesar de su reticencia, decide hacer de Holmes el personaje
principal de El sabueso de los
Baskerville.
La historia comienza narrada
por el doctor Watson, conocido por ser el cronista de las hazañas de su amigo.
Barker Street es el lugar y un nuevo caso se les ha presentado: el Dr. James
Mortimer acude a Holmes tras haber sufrido la pérdida de un estimado amigo.
Sir. Charles Baskerville ha
muerto en circunstancias particulares, cerca de un páramo, en la noche, con huellas
de perro alrededor de su cadáver y una maldición familiar que pesa sobre el
apellido. Y a pesar del escepticismo natural de un hombre de ciencia como lo es
Mortimer, éste no puede ignorar las pistas que le llevan a pensar que la
leyenda del sabueso que persigue a los Baskerville sea cierta y teme por el
heredero del linaje: Henry Baskerville ha heredado las tierras y el dinero de
su tío mas el médico no sabe si permitir que el baronet se haga de la propiedad
del difunto dado el posible peligro que pudiera correr.
La leyenda del Sabueso data
de épocas ancestrales en que Hugo Baskerville, un hombre sumido en la
perversidad, secuestra a una jovencita que logra escapar de sus garras y Hugo, embriagado de rabia y licor, sale tras
ella con perros de caza y sobre su caballo; sus amigos un tanto menos
embrutecidos salen a buscarlo encontrando los cuerpos de la chica y el de su
propio amigo sin vida mientras las huellas de un gran perro se percibían
alrededor de los cadáveres.
Holmes toma el caso y es así
como Conan Doyle comienza el relato, uno cargado de misterio, superstición,
terror y líos amorosos que se mezclarán para dar al lector un buen momento para
jugar al detective junto a Sherlock Holmes y su inseparable compañero, el
doctor Watson.
Y pues si no tienen planes o
si les apetece darle la oportunidad a un buen libro, ésta es su oportunidad.
¡Pásenla bien y buena
lectura!
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