En una colina melancólica...

Hellow una vez más a “Mordiendo Decibeles”, en esta ocasión les traigo una canción de un grupo que nació a principios del año 2000 y que con tan solo 3 discos de estudio se han situado en las páginas del libro Guinnes como la banda virtual más exitosa, ¿Aun no tienen idea de quien hablo? Pues de Gorillaz!!! Esa banda de 4 personajes de caricatura con un estilo poco refinado y muy desfachatado que quieras o no llama tu atención por el diseño muy urbanizado de su imagen y que poco a poco con el paso de cada disco ha ido cambiando, a esto se le han llamado “fases”, cada una de sus fases, en cuando a su diseño se refiere, va ligado a cada uno de sus discos.

Una banda que para muchos es difícil de digerir, pues maneja muchos estilos, corrientes musicales y géneros mezclados en cada una de sus producciones. Pero, ¿Quién no recuerda haber escuchado aquella rola pegajosa titulada “Clint Eastwood”? Y que hoy en día se coloca en el número 38 de las 100 canciones de la década por la revista Rolling Stone.

Pero hoy les traigo algo de su producción más resiente que salió al mercado el mes de Marzo pasado y se titula “Plastic Beach”, antes de entrar de lleno con la canción me gustaría mencionar algo que me sucedió cuando empecé a escuchar el disco. Era de noche y me disponía a escuchar el disco antes de ir a la cama, la primera canción trae un “intro” orquestal algo dulce y melancólico, cuando empezó la segunda canción pude apreciar el cambio inmediato de género pues la segunda canción comienza con un “beat” muy al estilo de Gorillaz y como invitado trae a “Snoop Dog” para dar la bienvenida (literalmente) a “Plastic Beach”, hasta ahí todo viento en popa con el disco.

Al entrar en la tercera canción me topo con una ambientación orquestal de música del medio oriente y justo a mitad de la canción hay un cambio extremadamente drástico en el que entra un par de “invitados” (todos los discos de Gorillaz cuentan con invitados que contribuyen en la realización de cada disco) y empiezan a rapear de manera acelerada pero sin dejar de lado la temática de “Plastic Beach”. En ese momento tuve que detener la reproducción para poder captar lo que había sucedido…me encontraba escuchando música de orquesta con toque del medio oriente y de la nada…rap, fue como haber cambiando de disco o haber puesto la reproducción en aleatorio, pero no era así, me encontraba escuchando la misma canción. Simplemente me sorprendió e hizo que mi cerebro no pudiese procesar lo que había pasado y decidí irme a la cama y seguir escuchando el disco el día siguiente.

Con lo anterior doy un ejemplo de el porque a veces Gorillaz es difícil de digerir, no soy muy adepto al hip hop y rap y me atrevo a decir que lo único que escucho de esos generos es por que Gorillaz los incluye en sus producciones de una manera brillante y solida, por ello es que me gusta tanto esta banda, siempre tiene algo con que sorprenderte. En general una vez que terminé de escuchar el disco y de pasar por otro par de situaciones descritas como la anterior me di cuenta de que a Gorillaz no se aplica el clásico cliché de “mientras más lo escucho más me gusta”, no gente, es algo inescrutable pues no sabría decir si cada una de sus canciones se pegan a ti o tu te pegas a ellas y una vez que lo hiciste no podrás dejar de tararearlas en cualquier lugar que te encuentres.


Bueno aquí les dejo la canción que se titula “On Melancholly Hill” y que me enamore de ella desde la primera oída. Como su nombre lo dice, el ambiente musical te imbuye de estar en una colina con un paisaje bastante melancólico, a esto hay que añadirle la voz un tanto melosa en esta ocasión de Damon Albarn. La letra es tan simple y brillante al mismo tiempo que al compas de la música puede llegar a sonar dulzona pero sabes que la debes de terminar de escuchar y que seguro le daras “play” más de una vez. Espero que esta canción los transporte y los haga viajar como lo logra hacer conmigo cada vez que le doy “play”.

Como dato curioso me refiero a Gorillaz como una banda, pero originalmente fue creada por solo dos hombres, el cantante Damon Albarn (frontman de “blur”), y Jamie Hewlett, dibujante inglés creador de cómics como Tank Girl. Así que en lo que a música se refiere el cerebro detrás de todo es el señor Damon y el encargado del apartado visual es el señor Jamie.