Parafilias Parte 2

Muy bien... aqui les dejo la segunda parte...

Voyerismo

Algunas variaciones sexuales no son dañinas en el aspecto físico, pero pueden hacer que personas inocentes se conviertan en victimas. Un ejemplo es el voyerismo, el impulso de espiar a otras personas casi siempre extrañas. La palabra en francés “vouyeur” significa “observador”. El voyerista esta sujeto a una necesidad irresistible de espiar a otras personas a través de las ventanas o puertas, en sanitarios públicos, parques o playas, sobre todo observa a otros practicar relaciones sexuales. El voyerista es hombre y obtiene gratificación sexual al hacer algo prohibido. Por lo general es inofensivo y huye cuando lo descubren. Sin embargo, en algunos casos, en algunos casos, casi siempre después de sentirse muy estimulado o provocado, da a conocer su presencia; por ejemplo, es probable que exhiba los genitales y pida a su victima que lo toque o incluso se masturbe. Se conocen casos en que el voyerista intentó forzar a la victima a realizar coito con el, pero esos casos son excepcionales.

El voyerismo empieza durante los primeros años de la niñez y por lo general continúa durante un periodo prolongado. 50% de las personas arrestadas por voyerismo vuelven a cometer actos similares.

Exhibicionismo

Los exhibicionistas siempre son hombres, muestran de manera constante sus genitales a extraños y en lugares públicos, como una forma de experimentar excitación sexual. El exhibicionista no desea hacer daño a nadie; realiza el acto sexual de exposición por placer sexual propio. En apariencia, la excitación aumenta al ver que las personas reaccionan con sorpresa o sufren un choque cuando les muestra el pene de manera inesperada. Los exhibicionistas muestran los genitales sobre todo a mujeres y niños. Una tercera parte de todas las personas arrestadas por ofensas sexuales son exhibicionistas y alrededor de 20% de estas son arrestadas más de una vez.

El exhibicionismo puede empezar entre los años previos a la adolescencia y la edad intermedia, pero se presenta con mayor frecuencia entre los 20 y 30 años. Un exhibicionista tiene la necesidad irresistible y compulsiva de mostrar los genitales y lo hace a pesar de la ansiedad, depresión y vergüenza que siente como resultado de ello. Con frecuencia, los actos de exposición sexual parecen dispararse por sentimientos de emoción, tensión, inquietud y excitación sexual. Cuando lo embargan estos sentimientos, el exhibicionista siente el impulso de encontrar alivio. Con los exhibicionistas, se ha probado tanto las terapias psicodinamica como conductual (en especial la terapia de aversión). A pesar que ambos métodos parecen lograr cierto éxito, los resultados son impredecibles.

Pedofilia

Es el termino que se emplea para describir un trastorno que incluye necesidades sexuales intensas y recurrentes, así como fantasías que producen excitación sexual que comprenden alguna forma de actividad sexual con un niño que todavía no ha llegado a la edad de la pubertad. Para que se le clasifique como pedófilo, una persona debe de haber actuado de acuerdo con estas necesidades o haberse sentido trastornado por ellas. Las atracciones sexuales de los pedofilos son muy específicas. Por ejemplo, es probable que los únicos niños que consideran excitantes sean niñas entre los 8 y 10 años. Por lo general, el comportamiento es crónico y continuo durante mucho tiempo. Sin embargo, los efectos de estrés prolongado tienden a incrementar la frecuencia del comportamiento pedófilico. En alrededor del 90% de todos los casos, el pedófilo es alguien que el niño conoce.

El comportamiento pedofílico puede adoptar una variedad de formas, que incluyen exposición de las partes sexuales del cuerpo del pedófilo ante el niño; besar, abrazar, acariciar al niño de forma sexual; todas las partes sexuales del cuerpo del niño o inducirlo a que toque o acaricie los órganos sexuales del pedófilo; o intentar o realizar el coito con el niño.

Los pedofilos tienden a repetir el comportamiento después de que los aprehenden. Algunas personas que abusan de los niños, pero no todas, se pueden clasificar como pedofilas. Algunos de los abusos sexuales a los niños ocurren de las familias simplemente por que la persona que comete el acto no tiene una pareja que la satisfaga en el aspecto sexual. En la mayor parte de los casos un pedofilo tiene contactos sexuales con niños tanto dentro como fuera de la familia y prefiere a los niños como objetivos sexuales. Muchos pedofilos informan que abusaron de ellos cuando eran niños, a pesar que las investigaciones no tienen mucha información sobre este trastorno.