En cartelera y estanterias

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29 de mayo de 2010

La esencia permanece

Después de haber visto la película de Leap year, quedé sorprendida con el paisaje que se muestra de escenografía. Es uno de esos lugares a donde acudiría definitivamente a olvidarme del resto del mundo, un espacio alejado del bullicio, rodeado de naturaleza, con su cultura bien conservada y muchos elementos que le hacen un lugar especial. Hoy les hablaré cazadores, de un espacio en la tierra que sigue conservando su esencia a pesar de los años y el hombre, La península de Dingle.

La información que a continuación podrán leer, pernetece a fragmentos del libro Por el oeste de Irlanda, escrito por Lasa León.

Dingle está localizada en el condado de Kerry siendo el punto más al oeste de Irlanda. La localidad más importante situada en la península es Dingle, con aproximadamente 2.000 habitantes. Al oeste de la costa se encuentran las Islas Blasket, actualmente deshabitadas.

Dingle ha estado siempre apartada de Dublín, y las consecuencias de ese alejamiento físico y espiritual aún son notorias: por un lado, la península es uno de los escasos sitios de Irlanda donde actualmente es posible oír hablar gaélico -un idioma al borde de la extinción como lengua de uso.

Continuaremos iniciando el recorrido geográfico del área:

Comenzamos el periplo en Tralee, la capital administrativa de la región, en la vertiente septentrional de la península, en su esquina más oriental, y nos dirigimos sin pausa a cruzar las montañas Slieve Mish, que, coronadas en invierno por un penacho tímido de nieve, se interponen entre un lado y otro de aquélla. Todo el condado de Kerry constituye un paisaje idóneo para el pedaleo o la caminata, y el Dingle Way está perfectamente señalizado.

En la aldea de Camp iniciamos el ascenso por el camino asfaltado -no es más que eso- que nos llevará hacia Aughils, en la parte meridional de la península. Apenas son diez kilómetros de subida y bajada por un marco sobrecogedor de monte desnudo en el que hemos dejado atrás el promontorio de Caherconree, con los restos fantasmales de la fortaleza del legendario rey Cú Raoi Mac Daire. Con el mar ya a nuestra izquierda, caminamos o pedaleamos hacia occidente, y a unos ocho kilómetros de Aughils nos tropezamos con la playa de Inch, grandiosa, desierta, en la que tantas escenas de la película La hija de Ryan fueron rodadas. Enfrente, en la otra orilla de la bahía, se vislumbran los montes de Iveragh. Proseguimos en busca del vértice de la península y cruzamos las localidades minúsculas de AnnascaulLispole para arribar a Dingle, incrustada en el puerto del mismo nombre y epicentro turístico de la zona. y

An Daingean, la denominación gaélica de Dingle, no llega a los 2.000 habitantes y está conformada por una amalgama de casas bajas y multicolores que se concentran en torno a la ensenada. Podemos hacer un alto y dirigirnos a Foxy John's, un lugar encantador, mezcla de pub, almacén, tienda y taller, y alquilar una bicicleta, repasar la que llevamos o comprar algo de comida. O a O'Flaherty's, donde casi todas las noches hay actuaciones improvisadas. O al An Café Liteártha, bastión cultural del idioma irlandés. Pero continuemos.

Al salir de Dingle por la carreterita que bordea toda la península atravesamos Ventry, y nos alejamos del fuerte Dunbeg, que data de la Edad del Bronce, y de los numerosos beehive huts, esas colmenas de piedras de finalidad incierta que jalonan la ruta. A un rato de paseo, al torcer una de las curvas que rodean el monte Eagle, nos topamos con Slea Head, el cabo Slead, que se precipita atormentado en el mar y desde el que se divisa, al pie de un enorme crucifijo blanco, el conjunto de las islas Blasket, desperdigadas alrededor de un arco de 90 grados. Y más allá, como naves semihundidas, las siluetas brumosas de las islas Skellig.

A pesar de ser un espacio poco frecuentado por los turistas y tener ciertas deficiencias en la carreteras. Dingle es una gran opción para aquellos que desean empaparse de la verdadera Irlanda y sus raíces. Es un lugar que no se pueden perder si deciden viajar y conocer.


Saludos

MDC

León Lasa (Bilbao, 1955) es autor del libro Por el oeste de Irlanda (Editorial Almuzara).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin duda un lugar para descansar y pensar. Parece solitario muy similar al barrio dela Boca en Buenos aires, por los coloeres utilizados en fachada de las viviendas, lindo lugar

Anónimo dijo...

Que increíble, en Dingle se han rodado algunas pelis... este lugar es precioso.... sabes algo acerca de la montaña Slieve Mish de algo de los fantasma....???

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