La Calzada de los Gigantes

Cuentan los bardos gaélicos que Finn MacCumhail, un audaz gigante que vivía en la nebulosa región del Ulster, en el norte de Irlanda, él era muy fuerte y un día reto a una prueba de fuerza a otro gigante que vivía en la costa oeste de de Escocia, al otro lado del canal del Norte.

Resuelto a llegar a la morada de su enemigo, MacCumhail empezó a extraer grandes piedras de la tierra y a lanzarlas al mar, con la esperanza de construir una calzada que cruzase las aguas y llegara hasta Escocia. Pero lo cierto es que nunca llegó a completarlo, ya fuese por que se la agotaran sus fuerzas o quizá su paciencia.

La leyenda no es muy explicita en este aspecto, pero en cambio nos dice que lo que quedo de este titánico esfuerzo es la Calzada de los Gigantes, uno de los más insólitos tipos de costa que en el mundo se conocen.

Lo que hace que la Calzada de los Gigantes cause tanta admiración a los visitantes es la extraordinaria apariencia artificial de sus numerosas columnas basálticas poligonales (alrededor de 40,000), que se alzan hasta alturas de 6 metros y alcanzan diámetros de 38 a 80 centímetros. A lo largo de 8 kilómetros de la costa norte del condado de Antrim, estas columnas de piedra parecen hechas con precisión de artesano.

Esta maravilla natural fue descubierta en 1963 y fúe declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986. Este lugar de leyendas y verdes colinas debe de ser imprescindible para aquellos que disfruten de trotar mundos y conocer lugares fantásticos creados por la naturaleza sin la ayuda del hombre.